domingo, mayo 18, 2008

La necesidad imperiosa de pensar en la Nada

No sé si es por no tener nada más que hacer o es mejor pensar en ella porque es peor que pensar que no se tiene nada en lo real mismo.

Si, piensa en ella, le rinde honores y se acuesta con ella cada vez que tiene pena. Es difícil mirarse al espejo y ver que no tiene su cuerpo y que es una prestación barata de lo que era el óvulo y el esperma de sus padres.
Se pone sus pantalones favoritos, esos que le aprietan en la entrepierna. Podría resultar penoso pero no existen unas manos de mujer que sepan acariciarle su miembro como él quiere.
Piensa, como siempre, ya no queda nada mas que pensar, y piensa, ¿quién le habrá enseñado a pensar? ¿Porqué nadie le enseño amar o simplemente a vivir? Rodeado de ideas persecutorias con respecto a sus salidas nocturnas, terminar destripado en la esquina o simplemente en lo mas intimo, une enorme gusano se aparece en el inodoro y le atraviesa el trasero saliéndose por los ojos. Así son sus miedos, de aniquilación.

Cada vez que intenta pensar en algo la idea se desintegra perdiendo el hilo conductor tornándose nada más que Nada. ¿Acaso intenta decir algo? ¿Acaso tienes ganas de vivir niño abandonado?
¡Si! Quiero vivir y por primera vez saco la voz y me atrevo a decirte que vales callampa, que ya no vas a decir lo que yo no digo, no me vas a ganar otra vez, no dejaré que me masturbes sin mi permiso, esta vez soy yo el que mando y estas cagando sola, no podrás tener el dominio otra vez. ¿Qué te parece eso?
¡Mm!
Me importa un carajo, en realidad lo que pienso de ti no ha cambiado, solo un hombre torpe, pendejo malcriado que se quiere dar de revolucionario. Eso.
(La mira sin un sentimiento definido en esa mirada)
¿Qué miras?
Algo que se pierde en tu boca.
¡Ya! ¿Y quieres que te diga algo, te insulte o te de un chute?
No, solo que te quedes en silencio por un momento, por un rato nada mas, que quiero mirarte, mirarte como mujer, una insolente pero necesitada mujer, eso.
¡Mm!
Tan indecente la mirada sobre su rostro, se torna tibio, sudoroso, su boca mojada, más saliva que de costumbre, se esta excitando. ¡Quitate la ropa en lo posible y déjame tomarte como tú hombre ese que siempre has negado, déjame besarte con lujuria para que ya no pienses en esa boca sucia que te quito la inocencia! Ya no me odies a mí, ódialo a él, a ese que tanto quieres, pero matas cada vez que se acerca. No pretendo amarte, pero si enseñarte lo que es vivir la vida desde lejos, fuera de las palabras, a distancia, para alcanzar tus labios, morderte y dejarte morir para que no llores más. Deja la culpa, no eres la responsable, solo amaste y por eso te condenas a cerrar tu corazón enterrándolo en tierra de vacas cagonas.
¿Porqué no vives conmigo, porqué no te acuestas conmigo y nos hacemos pedazos gozando de nuestros sexos? ¿Tanto miedo tienes? ¿De qué? ¿De mí o del límite de tus actos?

Creo que ésta es una conversación con un término elegante. Lárgate, y no vuelvas es mejor. Nada va cambiar y no vengas a hacerte el romántico conmigo menos el caliente. Todavía estoy aquí, en la oscuridad igual que tú. Ya no quiero hablar más porque no tengo ganas, en serio, ándate a tú casa mejor. Tengo que pensar.
En eso si tengo que agradecerte desgraciado inmundo, tengo que pensar en eso, en eso que dijiste tras las palabras groseras, tras tus ganas de penetrarme hasta mis creencias. Déjame sola por favor, mañana te dejaré un tarro de café barato en tú puerta o se lo paso a esa vieja de mierda que no deja de mirar por la ventana.

Bueno, eso quieres. Chao nomas. Ándate a la xuxa esta noche, o sueña conmigo si quieres, cuando te sientas sola, sueña conmigo.

Raiban se aleja con su típico caminar pausado, varonil, masturbador. Ella se queda pensando. Siente que el cuerpo se divide y que la historia de su vida se aparece en sus narices, siente que no odia a nadie, siente que no caen hojas en invierno, siente que el aire no pesa y que sus dedos no se acalambran. Esta separada de si misma, esta en la Nada, como siempre.

jueves, mayo 15, 2008

La Rabia no se tapa con una Tapa

No sé porque hago un esfuerzo por sentirme cómoda en este lugar. Aún me preguntó y sabiendo la respuesta es ridículo, pero lo humano no se me quita y sigo manteniéndome en el límite de la estupidez apestada.
Hoy, y como ayer y antes de ayer y todos los días que murieron y faltan por vivir, tuve que soportar nuevamente la estupidez que mas detesto. Pienso ¿Acaso su cuerpecito no les avisará que pueden estar metiéndose en graves problemas y aún así se atreven a provocar como si la reacción fuera tan común y no terminara como siempre hecha pedazos en una cama mas fría que yo?
No saben y por un momento pretendo enseñarle a gritos y palos que no deben tratar así. Pero ¿Qué saben estos? ¿Qué saben de la vida? ¿Qué saben de estar en un lugar viviendo como un perro mugroso que esta condenado de por vida a seguir viviendo así?
Cobardes, idiotas, peores perros que el perro original que comenzó este escrito. En cualquier lugar, talvez, pueden encontrar a otro que les quite la angustia, a otro que le tape su mugre y vuelvan a soñar como niñitos. Pero eso es fortuna y desgracia para otros, especialmente aquí.
Este día detesto, maldigo, y mato de paso a unos cuantos infelices que encontré en el camino, pobres diablos que tienen que pagar por las culpas ajenas. De pronto me convertí en un engendro que quería destripar y ver caer lluvia roja sobre mi cara y mis manos, feliz de la vida por haberles dado una lección.

Pero……..maldición, tanta rabia siento y se queda atrapada, se acumula y se enerva por todo mi cuerpo y me duele. Nadie me lo saca, nadie lo ve, nadie ve ni una wea.

Talvez es mucho escribir sobre basura y darles un espacio en mi mente, pero la provocación no es soportada si viene desde ese lugar, de la inferioridad. ¿Qué me importa a mí si tiene problemas de ego? ¿Acaso soy yo la que se lo tiene que agrandar como otra cosa? ¿Por qué no dejan de joderme de una vez y me dejan vivir esta vida mugrienta sola en estos últimos momentos? ¿Es mucho pedir? En realidad es mucho pedir si se lo pido a quien no debo pedir. Entonces ya no demando nada, no vivo nada, no deseo nada. ¿Cuánto te he pedido algo? Nunca me vas a ver, ni oír pedir….jamás. Como siempre.

En estos momentos invoco a lo poco y difuso de tú figura pérdida en mis palabras. Encerrada en mis historias y mescolanzas de vómitos con mal olor. Talvez si estuvieras seria distinto, le darías una lección a ese idiota que en cada momento, cuando se siente amenazado me categoriza con sus conceptos estúpidos, sin saber que la vida y la complejidad de un ser es mas que simple lectura. Le romperías la cara a cualquier pedazo de carne que se crea más hombre que tú. Pero, no existes, en este mundo no existes. Estas encerrado en el espejo, en mi doble personalidad, en la despersonalización en momentos de pánico, en la pretendida muerte de finales de estudio.
Cuánto te debo desde que apareciste y no me has cobrado nada más que mi lealtad. Sabes que la traición no ronda por nuestro pacto, y que si me apuñalas el corazón por la espalda morirás junto a mí llorando por la misma pena.
Tú aparición marco un lugar en el espacio de los amenazantes, donde no se acercan, donde no pueden jugar e intentar embarcarse, son tan cobardes que responden con histeria generalizada hasta las partes mas calientes.

Pero no son tema, son molestia, basura y más basura. ¿Qué? ¿Intentas provocar en mí una compasión que no aparecerá? Sabes que la compasión la vivo con niños, perros, gatos y con unos cuantos ancianos.
Claro, si viene de tú fantasma talvez podría tener posibilidad de ser pensado por esto. Sabes que camino por el camino común de cemento, manchado por pasos fantasmas que alguna vez vivieron lejos de mis ojos. Sabes que no te busco, sabes que quiero que te quedes allí y no te muevas. Que mueras conmigo en la sombra y me dejes morir con mi cuerpo sola sin ningún ojo puesto en mi tumba.
Sabes que no quiero que vengas, ni que me des consuelo, ni me sientas lástima. Por suerte, se que sabes eso. Sabes que… ¡.para que!, sabes.
Lo he pensado y creo que esta es la instancia para pedirte perdón por lastimar tu orgullo, creerte vivo, sabiendo que estas mas muerto que esa, la que tú sabes. Se que cometí un grave error pero estoy reparándolo como todo aquello que destruyo esa maldad. Lo siento, no voy a dejar que te vayas, nunca más te irás. No te irás como todos, no dejaré que me dejes porque sabes que eres todo para mí, tú eres mi compañero de muerte, de dolor, de Nada, creciste conmigo en la sombra, el fantasma que perturba cuando se enoja. Pero ¿Qué haré mientras tanto? ¿Seguir fingiendo? ¿Todavía quieres que siga actuando en un obra donde no me contrataron? ¿Por qué tan disruptivo intentando moralizarme?
A veces no te entiendo, a veces, en realidad la mayoría de las veces. A veces siento que manipulas para que llegado el momento te apoderes de mi cuerpo y seas tú dueño de esta identidad prestada como tu cara.
En realidad todo lo tuyo es prestado, y se que lástimas, intentas odiar, lo haces pero no eres tú, soy yo. Estas perdido en el cristal donde me miras cada vez que miro el espejo. No puedo sacarte, nunca podré sacarte. Siempre llorando por haberte perdido y no encontrarte nunca jamás en la verdad de mi vida, falsa vida prestada, manoseada, donde no estarás, ni en la esquina, ni en mi cama, ni en mis huesos.
Creo que de alguna manera, me estoy dando cuenta donde estas, estoy ampliando la conciencia para creer que estarás encerrado para siempre, y se que será así, pero el intento de revivirte es más fuerte, pero como siempre, aplacado.
Mañana nos veremos otra vez, no quiero que me saques nada en cara, aunque no sería novedad. Pero por favor piensa lo que te digo, y me susurras al oído cuanto tenga rabia, para que se me pase. Pronto se acabará esto, y maldeciremos juntos a esos que se rieron de ti y de mí en la cuna.
Es ahora cuando siento la fuerza que me hablaste, suficiente para continuar mañana. Mientras tanto, escribir un guión, lo mas farsante, penoso, doloroso y generoso, como para desviar miradas y no nos atrapen cuando vayas caminando a mí lado en la escena de supuesta realidad perdida, en los ojos de una madre embustera.

lunes, mayo 12, 2008

Ya me tienes harta Raiban

Cuando Rabian se proponía destruir lo hacia sin remordimientos. La furia se apoderaba de su pecho, que hinchado se tornaba doloroso, vomitivo. La tensión cubría su cuello y los puños se endurecían como su miembro en episodios compulsivos de sexo típicos del fin de semana, vacíos en su pensión de mala muerte.
Las heridas aún no habían sanado, las costras se partían por la infección incontenida, aún así no dejaba su onanismo.
Se miraba al espejo, veía un monstruo, un violador, el único ser capaz de dar tanto placer a quien le dio a luz. Pero ella no estaba, se la había llevado el viento, más bien, la mataron a golpes y la violaron por deber el arriendo, costumbre heredada a Rabian que no dejaba de ser un miserable como ella.
Después de recordar sentado en una silla sin patas, las noches ardientes entre las piernas de su mujer-madre, apareció un vacío más grande que el vientre, pensó que estaba sólo, siempre había sido de esa forma, no tuvo padre, lo abandonó, luego de haberle hecho saber la inmundicia y estorbo que este significaba.
Recordó la escuela, donde todos se burlaban por su rareza, sintió enormes deseos de venganza, dulce, que se convirtió en angustia, no tenia sus manos, estaban rotas, se las había partido sacando su rabia en la pared de su vieja casa. Quiso pensar que los destripaba y los violaba con cualquier objeto indigno, tomo el teléfono y lo introdujo a ese recuerdo por su pelvis, luego a sus labios vaginales que lo volvían loco. Nada era suficiente para saciar el odio, y los enormes deseos de vivir muerto.

Pensó, porqué Dios había desaparecido de su vida, porqué lo abandonó en la niñez. Se sintió ridículo, todas las noches y el tiempo que le llevaba hacer una oración y pedir por los más débiles estúpidamente sin saber que él era el más débil de todos.
[La impotencia me domino, quería amarlo con todo mi dolor, salirme de él para acariciarlo, para que sienta que siempre lo he acompañado, que siempre lo he estado observando, que he deseado que aparezca en mis sueños para tocar todo su cuerpo, recorrerlo con mis dedos, hacerlo sangrar, que grite y llore de emoción]. Pero no está. Raiban se pierde en sus injusticias, clama por favores, pide cuerpos sudados para luego escupirlos, golpearlos, llorar su partida para decir nuevamente “Dios no esta conmigo”, ¡cabrón hijo de puta que cree que lo necesito!
Con la mirada perdida en sus pies poblados de hongos, busca en alguna parte de su fétido cuerpo un poco de lo que dicen o llaman amor. Parece irreal, una creación inhumana para desesperanzar al hombre. Si existe, está en un lugar, lejos de su ruina, perdido como su ilusión.

Llora, por segunda vez en su despreciable respiración entrecortada, siente como la tos vuelve con las pesadillas sobre muertos, la fiebre aumenta y nadie quiere hacerse cargo de este niño. Si pudiera decirle a ella, dueña de sus fantasías, creadora de este fantasma hombre, niño, bestia, mugre todo lo que la extraña, sería diferente, su vida sería distinta, el amor podría cubrir alguna parte de su existencia aunque sea en la hipocresía.
Ríe, sabe que el amor no existe, sabe que nada existe más que su desgracia, no quiere amar otra vez, el amor duele tanto como enterrar todo lo que alguna vez quiso ser y no pudo, duele tanto como enfermar el cuerpo con pastillas que confirman aún mas su dependencia. Duele tanto como saber que nadie quiere ser tú padre, y tú madre que prefieren morir para no hacerse cargo de ti.
Es una perra, siempre lo fue, aún desde la subjetividad, en los ojos de los otros, en los espejos de la playa, en las vitrinas de las tiendas. La odio y la odia, no quiere ser nada más que nadie, quiere ser la nada, ser aquello que no quiso ser nunca. Un Monstruo. Una dulce creación de la aberración y la maldad, que no ama a nadie más que así mismo y su reflejo en otro, en sus ojos, en la mirada ausente.
Impotente de miembro, impotente de alma, ¿Cuándo tendrás un poco de fortuna Raiban? [Tranquilamente en su butaca el espectador fantasma…] ¿Por qué no cierras el hocico? ¿Cuándo serás tan macho para venir aquí y sacarme las tripas?, ¡Hijo de mami!, ¡nene de papi!, tú no te comparas conmigo, el dolor que me revienta los sesos, me parte la tráquea, se siente desde lejos, desde antes de nacer, en la noche antes de dormir como nunca lo he hecho, en la cara de mi padre, en los ojos de los perros, fetos muertos con los ojos abiertos que se ríen de mí patética existencia.
No quiero escucharte, vete, lárgate de aquí, lleva tú pestilente aliento en la boca de otra mujer, o tálves un chancho, no lo sé elige, por alguna vez en tú vida pendejo, ¡elige!

É Isso Aí " Una canción de amor, primavera y libros"

https://www.youtube.com/watch?v=3rn2N0ZbLEQ   ¡Así es! como creímos que iba a ser, la vida tan simple es buena casi siempre. ...