A Otro ¿Eres Dueño de tus Palabras?...Un comienzo en el Corazón de Marioneta

¿Alguien es dueño de si mismo?, ¿Alguien es en si misma?, ¿Alguien es dueño de sus palabras?

Nadie es alguien en si misma. Parece una afirmación, pero con el solo hecho de mencionarlo puedo percatarme que no soy dueña de mis palabras, y no es porque no crea que sea dueña de mis palabras, sino porque esas palabras resonaron y se instalaron en mi vocabulario no por decisión propia, ¡Son de Otro!

En realidad, no es solo de otro sino de todos los otros. No porque yo deseara que sean de otro sino que desde la génesis de mis razonamientos no soy dueña de mis palabras.
Ni ese Otro que se instaló por el lenguaje en mi persona es dueña de sus palabras, de las palabras con las que mencionó mí nombre, con las que le dio significado a mis movimientos, a mis temores.

Pensar, que, ese Otro tampoco es dueño de sus palabras igual que yo, y ese Otro que le transmitió a ese Otro sus palabras, tampoco es dueño de las suyas. Entonces ¿Quién es dueño de sus palabras?
Estas palabras no son menos mías que las tuyas. Tus palabras son más de cualquiera que de ti mismo, más de cualquiera que las mías. Pero mis palabras parecen más tuyas al ser mías y dártelas a ti. No es que sean tuyas, al dártelas parecen tuyas, pero son mías venidas desde Otro.

Aunque esas palabras que vienen de Otro, son mías y se hacen tuyas cuando te las doy, son tuyas, porque tú provocas que esas palabras se formen en mí boca, apelando al
registro de la experiencia para crear las más bellas palabras en tú nombre.

¿Puedes percatarte de ello? ¿Te das cuenta de lo que digo? ¿Te das cuenta que no eres libre? ¿Te das cuenta que nadie es libre y te liberas al crear una palabra que no viene de ese Otro porque son creadas desde mí nombre? ¿Te das cuenta que aunque intenté pensar que se puede ser libre ya no soy libre, ya no eres libre?

En tú nombre emergen estas palabras, las hago mías para que te pertenezcan legítimamente, aunque en imagen sean de otro, el significado me pertenece, por lo tanto sí soy dueña de mis palabras porque yo las significo, yo les doy sentido, tú provocas que provoque un sentido en esas palabras que no son nada, por lo tanto te pertenecen. Es mi obsequio. Pero piensa bien lo que pregunto: ¿Por qué no le das significado a esas palabras que no puedes decirme, porque son de Otro y crees que no te pertenecen?

Tal vez nadie entienda lo que dicen estas palabras, pero como te dije, si yo las significo, me pertenecen, son mías, hablan de mi, me explican y si nadie entiende, tú lo harás. Si no es así, es porque aun no eres libre. Cuando comprendas lo que te digo serás libre, no por mí, será porque sabrás darle significado a estas palabras que caen como nieve en la tormenta y si puedes detener el tiempo, podrás ver como la nieve cae lentamente sobre tú rostro mientras los demás corren a buscar abrigo.
Esto sin duda, no es lo último que te digo…