Recorriéndote (Gioconda Belli) Quiero morder tu carne, salada y fuerte, empezar por tus brazos hermosos como ramas de ceibo, seguir por ese pecho con el que sueñan mis sueños ese pecho-cueva donde se esconde mi cabeza hurgando la ternura, ese pecho que suena a tambores y vida continuada. Quedarme allí un rato largo enredando mis manos en ese bosquecito de arbustos que te crece suave y negro bajo mi piel desnuda seguir después hacia tu ombligo hacia ese centro donde te empieza el cosquilleo, irte besando, mordiendo, hasta llegar allí a ese lugarcito -apretado y secreto- que se alegra ante mi presencia que se adelanta a recibirme y viene a mí en toda su dureza de macho enardecido. Bajar luego a tus piernas firmes como tus convicciones guerrilleras, esas piernas donde tu estatura se asienta con las que vienes a mí con las que me sostienes, las que enredas en la noche entre las mías blandas y femeninas. Besar tus pies, amor, que tanto tienen aun que recorrer sin mí y volver a escalarte hasta apretar tu boca con la mía, hasta llenarme toda de tu saliva y tu aliento hasta que entres en mí con la fuerza de la marea y me invadas con tu ir y venir de mar furioso y quedemos los dos tendidos y sudados en la arena de las sábanas. |
SENTIR EL SUSPIRO DE LA MUERTE EN MIS VENAS, SABER QUE EXISTE LA NADA EN ESTA INCESANTE BÚSQUEDA INFERNAL, EL NO ENCONTRAR LA ESENCIA VERDADERA EN ESTE MUNDO SATURADO DE DOLOR, SABER QUE ALLÍ, EXISTE AQUEL LUGAR, Y YO NO ESTOY PRESENTE. ¿DÓNDE ESTARÁS?, AQUEL QUE HA DE ACOMPAÑARME AL LECHO DE LOS CUERPOS MUERTOS. EN UN SOLO CUERPO QUE SE PRECIPITA AL ABISMO, EN DONDE EL TIEMPO SE ACABA. LUEGO, DEVENDRÁ LA NADA, EN ESTE CUERPO CONDENADO A MORIR EN UN CUERPO.
domingo, octubre 29, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
É Isso Aí " Una canción de amor, primavera y libros"
https://www.youtube.com/watch?v=3rn2N0ZbLEQ ¡Así es! como creímos que iba a ser, la vida tan simple es buena casi siempre. ...
-
No es que desee comenzar a contar una historia acerca de nosotros, ya que de lo que estoy al menos segura, es que ese algo entre nosotros n...
-
La humedad recorría el rostro de Raiban, mientras se acercaba lentamente el frió de la noche, sus dedos sangraban un color negro con garrap...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario